Hoy se ha celebrado el Día Internacional de la Eficiencia
Energética.
Desde el punto de vista de la arquitectura, calificar un
edificio energéticamente supone valorar elementos como el aislamiento térmico,
la producción de agua caliente mediante paneles solares, la eficiencia y el
material de combustión de la caldera, etc. Sin embargo se obvian otros
parámetros como los materiales utilizados en la construcción que también deberían
ser considerados por su producción de
CO2.
Desde SOS palomares nos preguntamos si existe algún edificio
más eficiente que un palomar.
Están construidos con materiales de la zona, naturales en su mayoría, que se adaptan
perfectamente al duro clima castellano: tapial, ladrillo, adobe, piedra, etc. Algunos
de ellos, como la madera, incluso
contribuyen a la fijación del CO2. Tan solo los materiales cerámicos (tejas y
ladrillos) tienen un leve proceso de transformación en su cocción, aunque a
buen seguro que en los antiguos tejares la combustión era orgánica.
Pese a no disponer de climatización, utilizan otros
factores, los de toda la vida, los de la coherencia.
Habitualmente se localizan en zonas protegidas de los
vientos del Norte e inclinan sus cubiertas (el punto más débil térmicamente)
hacia el Sur o el Sureste para aprovechar su escasa inercia y calentar el
interior lo más rápidamente posible con los primeros rayos de sol. Además
juegan con los patios como lugares de frescor y sombra en verano.
Ahora lo llamaríamos arquitectura solar pasiva.
Por si fuera poco, se trata de edificios
productores. Producen alimento y abono ecológico. Ese es el fin por el que fueron construidos.
Ahora los llamaríamos edificios máquina.
En la fotografía, Palomar doble en Manganeses de la Lampreana. (Palomar 02) |
Palomar 01 de Cerecinos del Carrizal .Su situación a media ladera le protege de los vientos del Norte. |
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